1. A sus pies

Cuando el mundo te inunda de fatalidad
y te agobia la vida con su mucho afán,
y se llena tu alma de preocupación,
y se seca la fuente de tu corazón.


Cuando quieres huir porque no puedes más;
porque solo te sientes entre los demás
y no hay más en tus ojos brillo y emoción,
y se cierra tu boca porque no hay canción.

Puedes sentarte a sus pies
y de sus manos beber
la plenitud que tu alma necesita.
Puedes sentarte a sus pies
y cada día tener
una nueva canción y nueva vida.


A sus pies hay paz, gracia y bendición;
a sus pies tendrás luz y dirección.
La plenitud en Él nunca se agotará:
puedes descansar en su presencia


Cuando el mundo te inunda de fatalidad
y te agobia la vida con su mucho afán,
y se llena tu alma de preocupación,
y se seca la fuente de tu corazón.


Cuando quieres huir porque no puedes más;
porque solo te sientes entre los demás
y no hay más en tus ojos brillo y emoción,
y se cierra tu boca porque no hay canción.

Puedes sentarte a sus pies
y de sus manos beber
la plenitud que tu alma necesita.
Puedes sentarte a sus pies
y cada día tener
una nueva canción y nueva vida.


A sus pies hay paz, gracia y bendición;
a sus pies tendrás luz y dirección.
La plenitud en Él nunca se agotará:
puedes descansar en su presencia.


A sus pies hay paz, gracia y bendición;
a sus pies tendrás luz y dirección.
La plenitud en Él nunca se agotará:
puedes descansar en su presencia.