16. Hay momentos
/
Hay momentos que no deberían terminar;
hay segundos que
tendrían que ser eternidad.
Cuando tu Espíritu,
Señor, se toca con el mío
y mi corazón
estalla en adoración.
Te amo, mi Señor: se
acaban las palabras;
sólo me queda mi alma para cantarte.
Te adoro mi Señor, no hay nada alrededor:
sólo
estamos Tú y yo, sólo estamos Tú y yo. /
Oh, Señor Jesús: te adoramos en esta noche...
/
Te amo, mi Señor: se acaban las palabras;
sólo me
queda mi alma para cantarte.
Te adoro mi Señor, no hay
nada alrededor:
sólo estamos Tú y yo, sólo
estamos Tú y (yo). /