28. Pescador de hombres

Tú has venido a la orilla.
No has buscado a sabios, ni a ricos.
Tan solo quieres que yo te siga.

Señor, me has mirado a los ojos.
Sonriendo, has dicho mi nombre.
En la arena he dejado mi barca:
junto a Ti buscaré otro mar.

Tú sabes bien lo que tengo.
En mi barca no hay oro ni espada.
Tan solo redes y mi trabajo.


Señor, me has mirado a los ojos.
Sonriendo, has dicho mi nombre.
En la arena he dejado mi barca:
junto a Ti buscaré otro mar.


Tú necesitas mis manos,

mi cansancio que a otros descanse.
Amor que quiera seguir amando.


Señor, me has mirado a los ojos.

Sonriendo, has dicho mi nombre.

En la arena he dejado mi barca:

junto a Ti buscaré otro mar.


Tú, pescador de otros mares,

ansia eterna de almas que esperan.

Amigo bueno que así me llamas.


Señor, me has mirado a los ojos.

Sonriendo, has dicho mi nombre.

En la arena he dejado mi barca:

junto a Ti buscaré otro mar.