40. Tú me llamas por mi nombre

Señor, Tú me llamas por mi nombre, desde lejos,
por mi nombre, cada día Tú me llamas.
Señor, Tú me ofreces una vida santa y limpia,
una vida sin pecado, sin maldad.


Señor, nada tengo para darte;
solamente te ofrezco mi vida para que la uses Tú.
Señor, hazme hoy un siervo útil
que anuncie el mensaje, el mensaje de la cruz.


Señor, Tú me llamas por mi nombre, desde lejos,
por mi nombre, cada día Tú me llamas.
Señor, yo acudo a tu llamado, a cada instante,
pues mi gozo es servirte más y más.


/ Señor, nada tengo para darte;
solamente te ofrezco mi vida para que la uses Tú.
Señor, hazme hoy un siervo útil
que anuncie el mensaje, el mensaje de la cruz. /


Señor, Tú me ofreces una vida santa y limpia,

// una vida sin pecado, sin maldad. //